Por Miguel Santana.
Entre el abrasivo sol guaireño y las montañas del litoral, ha resucitado la ilusión de quienes vieron al gigante despedazar a sus rivales e irse a dormir dentro de un libro cerrado, pero con dilatada historia plasmada. Cuatro estrellas, dos Copas Venezuela y hasta un título de Segunda División, son los argumentos que presentó ante el mundo antes de despedirse y luego de muchos años deambulando en el recuerdo, llegó el momento de volver, entre el esfuerzo de jóvenes empresarios y la capacidad de un grupo que espera estar a la altura del uniforme.
Club Sport Marítimo La Guaira, así se llama el equipo. Su presidente es Roberto Gomes, quien con el firme propósito de verlo trascender hacia la máxima categoría del balompié rentado nacional, se muestra como cara visible de un ambicioso proyecto, acompañado de su hermano y aliado, Francisco. Alfarabí Romero está al frente de la conducción técnica y Ángel Romero, reconocido personaje del balompié regional, es quien gerencia y ayuda a tomar decisiones.
La idea no es solamente recordar viejos y buenos momentos en la historia del balompié venezolano, sino generar sentido de pertenencia en los aficionados de La Guaira, porque por vez primera en muchas décadas, el estado de las hermosas playas cuenta con un equipo profesional y eso significa una sola cosa, oportunidades para quienes ahí hacen vida.
“Históricamente, La Guaira ha tenido buenos jugadores, pero ocurre que deben irse a otros lugares porque aquí no consiguen opciones para despegar profesionalmente. Pasó con Richard Blanco, Heatkliff Castillo y varios. 
Nosotros queremos que eso no ocurra más, que la gente de aquí juegue aquí y que vea en Marítimo un elenco en el cual podrán proyectarse y dar un salto de calidad”, aseveró Romero, conocido por llevar años en la dirigencia del fútbol formativo.
Solo faltan días para que inicie la Segunda División venezolana, competición en la cual estará el equipo rojiverde, cuyo plantel cuenta con jugadores de experiencia como José Iré Sojo y Aarón Ángulo, además de tener una cantera compuesta por niños de la zona, quienes comienzan a sentirse identificados con la camiseta que representan.
“Estamos dándole forma a un sentimiento, porque eso queremos ser. El aficionado nacido en La Guaira es fiel y eso está demostrado con los Tiburones, que van para 37 años secos de títulos, pero tienen mucha gente que los respalda con orgullo, como es mi caso. Esa fidelidad queremos atraerla hacia aquí, pero dando pasos firmes, con una filosofía en la cual queremos darle cabida al talento regional”, agregó el presidente Gomes, artífice de esta nueva obra.
Aunque todavía quedan algunas cosas por clarificar, en la intimidad de Marítimo sueñan con anclar en buen puerto, consiguiendo resultados favorables, pero principalmente, formando seres integrales, porque más allá de ser un deporte, para los directivos, el fútbol representa una herramienta educativa, que les permite formar buenos ciudadanos.
“Mi mensaje para los padres, representantes y personas vinculadas a las escuelas de fútbol menor de todo el estado La Guaira, es que aquí tienen las puertas abiertas, que van a contar con nosotros, que queremos crecer y que ustedes también lo puedan hacer. Marítimo será el producto final del fútbol guaireño y quienes quieran venir, serán recibidos y tratados como se merecen”, concluyó Gomes.
Es así como se renueva la esperanza desde la grandeza de un nombre con muchos testimonios atesorados en los ojos de quienes lo vieron consolidarse y llegar a lo más alto. Marítimo está de vuelta, en otro lugar, con otros protagonistas, pero listo para volver a crecer, al mejor estilo de Groot en Guardianes de La Galaxia, montados sobre una nave con dirección a conquistar el espacio futbolero.
